martes, 26 de abril de 2016

Desintegración Familiar



La personalidad del ser humano se forma de los 3 años a los 7 años de edad, pues es cuando mayor estabilidad emocional debe tener el niño y deberían reforzar sus valores éticos, morales y espirituales que tanta falta hacen en nuestra sociedad panameña.
El factor material también afecta el núcleo familiar sobre todo por los problemas económico-sociales como sub empleo y desempleo de parte de los padres de familia, el niño se ve afectado por no poder cubrir sus necesidades básicas (vestuario, alimentación, vivienda), que deben tener satisfechas para un mejor rendimiento escolar. Este factor influye en la deserción escolar. Aquí podríamos indicar que la falta de uno de los padres, dará como resultado que el niño no cuente con el apoyo de la persona que le cubría alguna necesidad, es decir que si falta, por ejemplo, el padre de familia por muerte y es este quien sostenía el hogar, el niño ya no contará con las mismas condiciones económicas que le permitan mantener el mismo nivel de vida para cubrir sus necesidades básicas.
Por dicha situación se desprende que podría haber abandono de actividades escolares y que hasta que la otra cabeza de hogar se reponga, el niño podrá seguir estudiando. Al faltar la madre, el niño se verá desprotegido y abandonará poco a poco sus estudios, hasta bajar su rendimiento escolar, ya que está cumple una función importante en la educación de los hijos, en cuanto al cumplimiento de sus tareas, asistencia a sesiones escolares, a su estudio diario y limpieza personal; pues la madre pone en el niño ternura, cariño, disciplina y atención.
Cuando la familia es disfuncional, es decir que no pueden convivir juntos, caminar, ni comunicarse entre si, ya sea por discordias, conflictos, disgustos, pleitos, desavenencias y por problemas de agresividad, alcoholismodrogadicciónviolenciaprostitución etc., es preferible el divorcio y/ o separación. Dichas causas afectan principalmente a los hijos, presentando en su mayoría conductas inapropiadas dentro de la sociedad.
Es por eso preferible que la pareja se divorcie o separe para que los hijos crezcan en un ambiente tranquilo y solaz para que no pueda afectar su aspecto psicológico y que al formar su familia no puedan llevar a éste, remordimientos que tengan dentro de su ser, haciendo un círculo vicioso que se pueda repetir.

2.2.1 Concepto de desintegración familiar


Se le denomina desintegración familiar, a la ausencia parcial, temporal o total de uno de los progenitores El concepto de hogar desunido o desintegración familiar, se aplica a un número grande de situaciones heterogéneas que provocan repercusiones psicológicas principalmente en los hijos.
Desde el punto de vista psicológico se define como:
"La distorsión o mal funcionamiento de los roles asignados, creando una situación inadecuada, una atmósfera de insatisfacción, angustia, depresión, malestar en general y por tanto, poca o mala comunicación entre sus miembros".[2]
La desintegración familiar es un problema en la medida en que una estructura existente se hace disfuncional, no puede desempeñar eficazmente su finalidad específica, creando consecuentemente un desequilibrio en sus interrelaciones con las demás estructuras sociales.

2.2.2 Principales causas de la desintegración familiar


En cualquier matrimonio, incluso en aquellos que parecen más serenos y equilibrados, hay momentos difíciles en su convivencia, pequeñas crisis que son normales porque el hombre es un ser que crece y madura constantemente y, con frecuencia, el propio crecimiento individual tiende a provocar unos mecanismos de ajuste a veces realizados sin dejar traumas. Pero tales crisis son normales y pueden transformarse en positivas.
La familia queda más unida si sabe establecer los mecanismos de ajuste. Pero si bien es cierto la mayoría de las crisis pueden ser superadas, hay algunas que casi fatalmente terminan en ruptura definitiva sin que nadie sea capaz de impedirlo, crisis que debido a causas muy fuertes ninguno de los dos son capaces de controlar.
2.2.2.1 El alcoholismo
Mal social, es producto de cantidad de elementos que se proyectan sintomáticamente a través de ingerir licor. Contribuye al abandono del hogar, el mal empleo de recursos económicos y conduce a la delincuencia, miseria, accidentes, desempleo, vagancia, prostitución, mendicidad.
2.2.2.2 Prostitución
Es definida como: "El comercio sexual que una mujer hace, por lucro de su propio cuerpo" este comercio corporal es llevado a cabo por necesidades de gran variedad.[3]
2.2.2.3 Económicas
Cuando la función del padre, se altera ocurriendo cambios que dan como resultado el desamparo, abandono; ocurren períodos críticos durante los cuales la mujer se ve en la apremiante necesidad de brindar ayuda a su familia teniendo que trabajar fuera del hogar.
2.2.2.4 Culturales
Por la escasa instrucción que poseen los padres en algunos hogares, dependiendo de su nivel dentro de la sociedad; puede darse origen a la desintegración familiar ya que la capacidad de resolver los problemas se verá limitada por la ignorancia.
2.2.2.5 Familiares
La desorganización familiar es consecuencia de la falta de condiciones de la pareja para adaptarse a la vida en común.
Esta desorganización familiar puede enmarcarse dentro de la ruptura de la unidad familiar; el divorcio, la drogadicción, separaciones prolongadas, infidelidad, son algunos ejemplos de cómo es quebrantada la estructura familiar, y por lo tanto se dejan de cumplir los deberes y obligaciones que a cada uno compete.

2.2.3. Otros aspectos que influyen en la desintegración familiar

Actualmente la familia se ha desintegrado debido al cambio estructural de la sociedad. El proceso industrial ha lanzado a cada uno de sus miembros fuera de su seno, en busca de mejores ingresos económicos para poder satisfacer las necesidades que el mismo progreso exige.
En algunas estructuras familiares se observan aspectos tales como:
2.2.3.1. Pérdida de objetivos comunes
Los objetivos se han vuelto personales, la cual pudiera brindar satisfacción a algunos, no a todos sus miembros.
2.2.3.2 Distanciamiento físico y psíquico
Es común que ambos padres tengan actividades fuera del hogar con objeto de satisfacer las necesidades económicas del hogar. Como consecuencia los niños buscan figuras ajenas a quien brindar sus afectos, provocando con esto la inestabilidad familiar.
2.2.3.3. Falta de comunicación
Esta condiciona trastornos en la dinámica familiar, ante todo bloquea la relación afectiva interactuante del grupo. El adolescente se encuentra frustrado en la familia donde no le es posible comentar sus experiencias, generalmente nuevas dentro de sus vivencias y como consecuencia no recibe ninguna orientación; ni apropiada ni inoportuna.
Puede sin embargo existir comunicación, pero no la ideal, sino la que se realiza en un medio agresivo en que los padres se relacionan con sus hijos para reprenderlos, para agredirlos o criticarlos; causándoles de esa forma, sentimientos de inferioridad.
En una gran mayoría de casos, los padres se ven obligados a salir del hogar casi durante todas las horas hábiles, al retornar cansados, poca o ninguna oportunidad tienen de establecer comunicación adecuada con sus hijos.
2.2.3.4 Inmadurez
Se deja ver la inmadurez en diferentes grados de sus miembros, que se reflejan en su nivel escolar, laboral y social. Los individuos que se crean en estas familias serán improductivos socialmente hablando.
El mensaje de las relaciones fundamentales de la familia, será transmitido a los hijos, quienes percibirán sentimientos de acogimiento o rechaza hacia ellos. El adecuado clima afectivo y una comunicación unificadora y auténtica lo harán receptor de estímulos adecuados y crecerá desarrollando confianza y otras actitudes favorables a su desarrollo.

2.2.4 Tipos de desintegración familiar

Un hogar integrado es el que está compuesto por el padre, la madre e hijos en el cual existe un nivel satisfactorio de comunicación y afecto. Los padres ejercen sobre el niño una influencia afectiva basada en el aprendizaje del amor. La unión del padre y la madre da al niño una base sólida para la formación de su personalidad. La unión familiar da seguridad a sus miembros y es determinante para la adaptación posterior dentro de la sociedad.
El ambiente en que vive el individuo no es sólo un mundo físico, incluye la estrecha relación entre sus miembros. El impulso maternal, la situación afectiva entre los padres y el tiempo que se les brinde a los hijos influirá en la calidad y buenas relaciones que se pueda tener dentro de la familia. Se considera que los mejores padres son los que mantienen su espontaneidad intuitiva, se dan cuenta de las necesidades de sus hijos y buscan la solución adecuada.
En un hogar física y emocionalmente integrado, se respira un clima de comprensión, amor, afecto, armonía, cuando las relaciones entre sus miembros son intensas, permanentes y animadas. Pero cuando existen diferencias entre la familia, se llega a la desintegración familiar. Los padres a menudo se muestran indiferentes ante los actos del niño, por lo que éste se ve privado de cariño y se le impide establecer identificaciones saludables con las demás personas. El niño no establece con claridad sus objetivos y más fácilmente en el futuro desarrollarán rasgos antisociales. En algunos casos estos niños son tratados violentamente, insultados y son objeto de actos brutales.
En cualquier matrimonio, incluso en aquellos que parecen más serenos y equilibrados, hay momentos difíciles en su convivencia, Pequeñas crisis que son normales porque el hombre es un ser que crece y madura constantemente y, con frecuencia, el propio crecimiento individual tiende a provocar unos mecanismos de ajuste a veces realizados sin dejar traumas. Pero tales crisis son normales y pueden transformarse en positivas.
La familia queda más unida si sabe establecer los mecanismos de ajuste. Pero si bien es cierto la mayoría de las crisis pueden ser superadas, hay algunas que casi fatalmente terminan en ruptura definitiva sin que nadie sea capaz de impedirlo, crisis que debido a causas muy fuertes ninguno de los dos son capaces de controlar, estas causas pueden ser:
2.2.4.1 Hogares de madres solteras
Este es el caso de madres que han sido abandonadas por su compañero de hogar, quien niega la paternidad del niño. Esta situación es más común en jóvenes provenientes también de hogares desintegrados. Se han visto casos en que el niño al nacer es abandonado por la madre en alguna institución.
2.2.4.2 Hogares de padres divorciados
El divorcio entre los padres, es para el niño la demostración de un suceso irremediable, el niño puede sentir que es por él que se separan y a la vez se encuentra confuso en cuanto a que posición tomar, reaccionando en algunos casos en una forma agresiva, con reacciones de abandono y hostilidad.
Los trastornos que ocasiona el divorcio en el niño son diferentes de acuerdo a la edad y al estado en que se encuentra cuando éste se produce. El niño mayor reacciona con más comprensión aunque sus actitudes agresivas son más fuertes.
El divorcio funciona como una crisis emocional para el niño en el desarrollo. la pérdida de uno y otro de los padres, precipita angustia, dolor o depresión, que a menudo se exterioriza en actos agresivos y conducta destructiva. En algunos casos el niño adopta actitudes pasivas, también presenta frecuentemente sentimientos de culpabilidad si cree ser la causa de la derrota familiar y tiene reacciones auto punitivas. Las reacciones más usuales son de orden depresivo y van acompañadas de angustia, la que se manifiesta por la tendencia al aislamiento, rechazo al alimento y otras veces terrores y pesadillas nocturnas.
2.2.4.3 Hogares inestables
Esta clase de hogares son todos aquellos que por causas como el alcoholismo, prostitución, sus miembros se encuentran en desunión familiar.
La mala relación familiar origina un ambiente artificial en el que la unión llega a ser incompatible y el hogar se deshace progresivamente. El niño percibe perfectamente esta hostilidad que provoca en él un sentimiento de inseguridad. Frente a esta situación, los padres reaccionan con mecanismos de huida; en algunos casos buscan una solución a sus problemas fuera de su hogar y se dedican a aventuras sexuales extraconyugales.
En ocasiones se observa también que el hombre recurre a encerrarse en su trabajo no por placer, sino para evitar las relaciones. Así también puede darse que la mujer, al huir se refugia en el trabajo o en obras de beneficencia y en algunos casos recurre a la religión exagerada, y esto le permite con tranquilidad desentenderse de las dificultades conyugales.
En todas estas situaciones, siempre el perjudicado es el niño, ya que se encuentra en medio de dos personas que se alejan del hogar, dejándolo abandonado, sin cariño ni apoyo.
Los problemas graves de las relaciones familiares, influyen en la formación del carácter del niño. Las riñas entre sus padres, sus gritos, sus groserías, y su intercambio de golpes, no son el modelo ideal para su identificación. Cuando el niño presencia estas disputas, experimenta desprecio y odio hacia uno de los padres o hacia ambos. Este sentimiento hostil corre después el riesgo de transferirse al plano social en todo lo que representaba la sociedad familiar.
El niño es a la vez el medio y la víctima de la compensación buscada. Los padres recurren al niño para resolver sus problemas, bien bajo la forma de actividad patológica, que le impide toda evolución hacia su autonomía, bien bajo la forma de rechazo total. También bajo la de preferencias injustas que encizañan la relación fraterna, con distinciones entre mi hijo y tu hijo o a la inversa, tanto el uno como el otro llegan por mecanismos proyectivos a crearse coartadas conscientes que les permiten rehuir la responsabilidad del desarrollo familiar.
Los padres de familia con el afán de resolver sus problemas, muchas veces utilizan a los niños de manera que, como son sus padres y creen tener derechos sobre él, lo sitúan en medio de muchas situaciones de pleito y discusión, separándolo de uno de los padres, o muchas veces de ambos, sin importar cuál sea la preferencia del niño, lo cual puede ocasionarle graves trastornos emocionales.
2.2.4.4. Hogares de padres fallecidos
Se incluyen los hogares en los que falta la madre, el padre, o ambos, por fallecimiento. La pérdida de un ser querido debido a la muerte, ya sea del padre o de la madre, siempre va seguido de diferentes reacciones. Se ha podido comprobar que las reacciones emocionales de cada niño frente al fallecimiento, dependen del nivel de su desarrollo, de la relación con el fallecido, circunstancias de la muerte y de la forma cómo reacciona la familia.
En el lactante y el niño, la muerte de una persona de quien dependen produce alteraciones profundas. El niño en muchos casos puede reaccionar por una sensación de abandono y reflejar un sentimiento de desamparo, en otros casos puede reaccionar con llantos, shocks emocionales, comportamiento regresivo, como bulimia, enuresis, encopresis, masturbación etc.
2.3 La Violencia intrafamiliar
Los conflictos, las tensiones e incluso la violencia dentro de las parejas y las familias son más comunes y más graves de lo que muchos imaginaríamos. Sin embargo, tales conductas abusivas y/o violentas las podemos evitar siempre y cuando asumamos con pleno convencimiento que el respeto, la igualdad y la tolerancia son las condiciones más favorables para la resolución de los problemas dentro del hogar.
La violencia conyugal e intrafamiliar causa mucho dolor en los hogares, en las comunidades y en todo el país. Se expresa desde pequeñas actitudes, bromas, insultos, burlas, golpes, castigos y en muchas ocasiones, llega hasta el homicidio. Estos maltratos injustos, dolorosos, innecesarios y frecuentes que suceden al interior de las parejas y las familias, sin duda, pueden ser evitados.
Los valores de los individuos se cultivan desde la familia, por tanto resulta indispensable fomentar una cultura de la democracia en la vida íntima de las personas y de respeto a los derechos humanos de cada uno de sus integrantes. Quien valore la tolerancia, la igualdad, el respeto, la libertad, la democracia y la paz, seguramente defenderá y practicará convenidamente estos valores en todos los ámbitos de su vida: la familia, la escuela, el trabajo, los grupos, las instituciones. De ahí la importancia de educar, tratar y formar a los(as) ciudadanos(as) en ambientes de respeto, libertad, tolerancia y culto al 77desarrollo humano integral.
2.3.1 Efectos de la violencia intrafamiliar en el desarrollo académico de los(as) niños(as)
Resulta muy complicado hablar, en general, de consecuencias de la violencia intrafamiliar en la integración escolar de los(as) niños(as). La razón es que existen múltiples variables cuya influencia puede afectar, y de hecho afecta, a dichas consecuencias.
Entre estas variables se señala lo siguiente:
·         La mayor o menor cantidad de tiempo que el(la) niño(a) estén expuestos a las situaciones violentas.
·         El tipo de violencia que sufren: física, emocional, directa, indirecta, etc.
·         La edad del menor que se encuentra expuesto a las situaciones de violencia intrafamiliar.
·         La relación del agresor con la víctima, y por tanto con la "víctima invisible" que es como se denomina en muchos casos a los(as) hijos(as) de parejas donde la mujer es víctima de malos tratos.
·         La posibilidad de recibir, o no, ayuda especializada.
Todas estas variables, y algunas otras derivadas de ellas, hacen que las consecuencias sean más o menos graves. No obstante, y a pesar de las dificultades existentes, se puede hacer una caracterización general de las consecuencias.
A continuación se listan estas características.
·         Baja autoestima.
·         Indefensión aprendida.
·         Tendencia a no enfrentarse a nuevas tareas por miedo al fracaso y/o a la frustración.
·         Problemas de egocentrismo cognitivo y social.
·         Juicios morales heterónomos: más permisivos con sus transgresiones que con las de los demás.
Estas características o problemas tienen (a su vez) como consecuencia directa, importantes desajustes en la integración escolar de los(as) niños(as). Estos desajustes se traducen en problemas de rendimiento académico, ausentismo escolar, falta de motivación, atención y concentración.
Todos estos hechos, unidos a la escasez de habilidades sociales para interactuar tanto con adultos como con otros niños(as), convierte a estos(as) niños(as) en "dobles víctimas", puesto que a los problemas que sufren en su entorno familiar se añaden los que pueden llegar a tener en el entorno escolar, si no hay una sensibilidad especial por parte de los docentes hacia estos(as) niños(as) y un buen conocimiento de cuáles son sus necesidades concretas y la mejor manera de satisfacerlas.
El docente preocupado por el desarrollo académico del estudiante, debe reflexionar seriamente sobre, al menos dos cuestiones, que parecen esenciales para poder ayudar a estos niños(as) a superar las limitaciones que para ellos(as) supone vivir en una familia en la que no se tienen en cuenta sus necesidades y, por tanto, no se actúa de la manera adecuada para satisfacerlas.
La primera de las preguntas es sobre el origen de la violencia intrafamiliar. Sin perder de vista que se trata de un tema complejo en el que intervienen muchos y muy variados factores podríamos defender la idea de que, al menos, uno de los elementos más importantes para la explicación de por qué todavía en nuestra sociedad se siguen presentado situaciones de violencia hacia las mujeres, por parte de los hombres en general y de sus compañeros o ex compañeros en particular, es la existencia de un modelo de sociedad androcéntrica.
Por desgracia, y a pesar de los múltiples avances que se han producido en nuestro país, en la última década (1990) en Panamá todavía sigue presente el modelo androcéntrico, en el que mujeres y hombres ocupan posiciones diferentes y en el que las mujeres siguen siendo discriminadas económica, social, cultural y emocionalmente respecto a los hombres. Lo que hace que muchos hombres sigan considerando a la mujer (y también a sus hijos(a)) como un objeto de su propiedad y sobre el que tiene plena potestad para decidir.
La segunda cuestión, de carácter más práctico, pero no por ello más fácil de responder, plantea la interrogante de qué es lo que puede hacer la escuela para prevenir e intervenir en los problemas de desarrollo e integración escolar que manifiestan los(as) niños(as) procedente de hogares violentos. La respuesta a esta cuestión resulta de vital importancia, si tenemos en cuenta que para muchos de estos (as) niños (as) la escuela es el único contexto facilitador en el que, con toda seguridad, van a permanecer durante un buen número de años. Para la mayor parte de los (as) niños (as) la familia, junto con la escuela, es el principal sistema que va a contribuir a su desarrollo y a la satisfacción de sus necesidades básicas. Sin embargo, para los (as) niños (as) en cuyas familias no se atiende convenientemente a estas necesidades, la escuela se convierte en una de las únicas posibilidades de remediar las carencias familiares. De ahí su importancia en la prevención e intervención de los problemas que estamos abordando.
A este respecto, se destaca que aunque el papel de la escuela es muy amplio y que las acciones que se pueden llevar a cabo dentro de ella son de índoles diversas, hay al menos dos líneas de trabajo que resultan esenciales para abordar el tema de la prevención e intervención ante situaciones de violencia intrafamiliar. La primera de estas líneas de trabajo es la de educar en igualdad, implantando un modelo verdaderamente co-educativo; la segunda es educar en lapromoción de la no violencia.
En la actualidad, en la mayoría de las escuelas oficiales de Panamá no existe un modelo verdaderamente coeducativo, sino más bien un modelo mixto en el que las alumnas han tratado de asimilarse de la mejor manera posible pero que sigue teniendo consecuencias muy negativas tanto para ellas como para sus compañeros. Por ello resulta urgente implantar un modelo verdaderamente coeducativo en la escuela que persiga, al menos, los tres objetivos siguientes:
·         Eliminar las desigualdades que se producen entre alumnos y alumnas como consecuencia de su socialización.
·         Situar al mismo nivel de importancia los valores que configuran "lo masculino" y "lo femenino".
·         Utilizar una metodología de trabajo en la que se potencie al máximo el desarrollo personal de todas y cada una de las personas según sus intereses y sus capacidades, y sin que su sexo biológico sea una variable determinante de su desarrollo.
2.3.2 La violencia verbal a menores genera bajo rendimiento escolar
Más imperceptible que la violencia física, pero con efectos incluso más graves para la mente de quienes lo sufren, el maltrato verbal suele no tomarse en cuenta porque pocos saben cuándo están siendo víctimas, o victimarios.
El bajo rendimiento escolar, la falta de atención, las conductas violentas hacia otros niños o la introversión son señales de que una niña o niño sufre violencia intrafamiliar.
Generalmente los padres son los generadores de violencia hacia las y los menores. Cuando los padres maltratan a niñas o niños, las frases más comunes son: "eres un inútil", "eres un tonto" o "ya me tienes harto". Estas palabras quedan en la mente del niño(a) y más adelante les impide poner atención suficiente o captar un mensaje al momento de estar en las aulas.
Esta distracción mental, apenas perceptible por el docente, trae como consecuencia que estos(as) niños(as) presenten bajo rendimiento académico, lo que a su vez, motiva burla entre sus compañeros y maestros, que les etiquetan como los "lentos, fracasados, brutos" o inclusive los "estúpidos" de la clase. Eso genera en estos(as) niños(as) victimas de sus padres, un bloqueo emocional que los hace creer todo lo que se les dice y asumen su rol de tontas o tontos, y se aferran al pensamiento de que "no puedo hacer las cosas porque soy inútil".
Por ello, es necesario pedirles a los docentes, una vez más, que presten toda la atención posible a las actitudes de sus estudiantes para detectar si están viviendo en un entorno familiar violento y actuar en consecuencia. La doctora Lucia Román Sánchez ha indicado que la problemática más común entre padres y madres que origina la violencia en el hogar y de la que los menores son receptores, es la existencia de familias mono parentales donde la madre se queda a cargo de la crianza, cuidado y educación de los hijos.
Las madres que tienen que trabajar fuera de casa, en diferentes tipos de horarios, no les dan la debida atención a la educación ni a los sentimientos de sus hijos, ni comparten suficiente tiempo con ellos. El estrés en el que viven estas mujeres es muchas veces el causante de los golpes hacia los niños, de insultos y descalificaciones.
Otro problema que sufren estos niños(as) lo representa el hacinamiento en que viven las familias, espacios pequeños donde conviven de cinco a siete miembros de la familia y la interacción entre ellos no es la armónica, y en muchos casos aparece el uso de alcohol y drogas entre ambos padres.
2.3.3 Cómo detectar la violencia verbal a tiempo
Tal como una enfermedad, en la medida que más rápido la descubramos menos nos afectará. En ese sentido cobra mayor importancia el hecho de que aprendamos a diferenciar cuál es el límite que divide una comunicación verbal de la violencia. Como todos ya sabemos, las grandes cosas en la vida comienzan con detalles minúsculos en apariencia pero profundos en consecuencias, demostrando con claridad que la violencia es una especie de bola de nieve cuyo daño pocas veces puede predecirse.
La violencia es una realidad perturbadora de la condición humana, y aunque la forma más común de asociación es con la agresión física, lo verbal incide directamente en ello. La forma de hablar puede provocar emociones y reacciones intensas. La violencia verbal, muy en especial la oral, es aquella en la cual por la elección de palabras, entonación y volumen de voz se trata de dominar a otra persona, logrando provocar en ésta sentimientos de impotencia, rabia, humillación, vergüenza, inutilidad y vejación.
Lo más increíble es que muchas veces la mayoría de los padres son victimarios sin siquiera darnos cuenta. Y lo peor es que el daño que causan se lo hacen a quienes más quiere: a sus propios hijos. Ejemplos de violencia verbal podrían ser frases como las siguientes: !Tú no aprendes!; !Eres un inútil!; Te lo dije!; !Qué bruta eres!. Me tienes harta. Si a estas frases le añadimos el sonido, entonación y gestos apropiados, se tornan en puñaladas por la espalda que pueden variar en magnitud.
Es muy lamentable cómo una necesidad tan imperiosa como la de comunicarnos sea el semillero de tantas desavenencias, rupturas y agravios. A través de la forma de hablar agredimos sin tocar físicamente al individuo; y como dice el dicho, "no es lo que tú dijiste, sino la forma en que lo dijiste".
Antes de concluir el tema familiar parece necesario enfatizar lo señalado anteriormente:
"La familia no es una isla, forma parte de la trama social. La mejor prueba de que la familia no es un mundo privado sino que pertenece a la esfera pública y, por tanto, política, como base de la Familia, consigna la igualdad de los derechos de los conyugues, protege las uniones de los hechos en condiciones de singularidad y estabilidad; consigna la igualdad de los hijos ante la ley, la protección de las familias y garantiza la patria potestad".


Efectos de la desintegración familiar
Problemas emocionales en los niños más pequeños 



Es tres veces menos probable que los niños de 3 y 4 años que crecen con sus propios padres casados experimenten problemas emocionales o de comportamiento como el desorden de déficit de atención.

En general, los niños que viven con sus propios padres casados tienen menos problemas de comportamiento en comparación con los niños cuyos padres están viviendo juntos pero no están casados. También existen diferencias en el área de la salud física. Los niños en familias con un solo progenitor están en general menos sanos que los niños en otros tipos de familia.

Además, los niños que viven con sus propios padres casados es más probable que se impliquen en actividades que les ayuden a aprender a leer que los niños en hogares con un solo progenitor. Estas diferencias en una edad tan temprana pueden establecer pautas de comportamiento educativas que persisten en niveles educativos posteriores, advertía el estudio.

En la escuela primaria, la habilidad de los niños para manejarse en temas básicos y a su nivel es más débil en aquellos que no viven con sus propios padres casados. Por ejemplo, los de cuarto grado con padres casados logran mayor puntuación en comprensión de lectura, comparados con estudiantes que viven en familias de adopción, con madres solteras, y en otros tipos de familias. Vivir en una familia de un solo progenitor está también relacionado con descensos en los resultados en matemáticas de los niños.

Hasta un cierto punto, los problemas financieros ocasionados por vivir en una familia monoparental explican algunos de los resultados negativos, pero no todos. El matrimonio en sí mismo tiene también un impacto que puede medirse con los resultados educativos.

Efectos en la escuela secundaria y más adelante

Entre los adolescentes, las consecuencias negativas debidas a la estructura familiar son notablemente más graves. Afectan a temas tales como el índice de abandonos escolares, el índice de graduaciones, y la edad del primer embarazo.

El escrito explicaba que los estudios llevados a cabo tanto en Suecia como Estados Unidos muestran que a los niños que viven en familias divididas les va peor a nivel educativo. De hecho, cada año que un niño sueco o norteamericano pasa con su madre sola o en adopción reduce los logros educativos generales del niño a la mitad.

El escrito comentaba que estas similitudes entre los niños en Estados Unidos y Suecia en familias divididas están poniendo de relieve especialmente las dramáticas diferencias de estas dos naciones tanto en políticas familiares como en áreas como la desigualdad de ingresos.

Cuando llegan a la universidad, los adolescentes de familias divididas siguen pagando un alto precio. Esto incluye consecuencias negativas como un nivel de asistencia a la universidad más bajo.

Asimismo, los jóvenes, especialmente las mujeres, que crecen con sus propios padres casados tienden a casarse más tarde. Las investigaciones muestran un nexo entre el hecho de retrasar el matrimonio y mayores logros educativos entre las mujeres jóvenes.

Comportamiento problemático

El escrito subrayaba cierto número de los patrones de comportamiento negativo más evidentes en los niños de familias divididas.

-- Mala conducta en la escuela. La desintegración familiar se asocia, en los chicos, con una incidencia mayor de comportamiento anti social en el aula.

Los niños de hogares con sus propios padres casados tienen muy pocas incidencias de mala conducta en la escuela.

- Asistencia escolar y retraso. Los estudiantes de familias divididas abandonan las clases en un índice de un 30% superior al de los hogares unidos. Estas diferencias existen debido en parte a que los hogares divididos parecen menos capaces de supervisar y controlar a sus hijos.

- Fumar, consumo de drogas ilegales y alcohol. Los adolescentes de familias divididas es más probable que fumen, consuman drogas y alcohol, incluso cuando se controlan factores importantes como la edad, el sexo, la raza y la educación familiar. Un estudio encontró que la estructura familiar tiene una relación significativa con el apego familiar, con las familias unidas con un mayor apego. A su vez, el apego familiar tiene un efecto directo y disuasorio sobre el tabaquismo adolescente y el consumo de drogas ilegales.

- Actividad sexual y embarazo adolescente. Los adolescentes de familias divididas son más proclives a ser activos sexualmente. No parece que haya diferencias significativas en el comportamiento sexual entre adolescentes de familias adoptivas y los de familias de un solo progenitor. La similitud en el comportamiento sexual de estos dos grupos de adolescentes sugiere que el volverse a casar presenta algunos riesgos con respecto a controlar de forma efectiva el comportamiento adolescentes y el trasmitir valores que disuadan de las relaciones sexuales tempranas.

- Actividades ilegales. Estar en una familia adoptiva o de un solo progenitor a los 10 años eleva a más del doble la probabilidad de que un niño sea arrestado a los 14 años. Un estudio encontró era más probable que los chicos adolescentes en familias sin el padre biológico fueran encarcelados que los adolescentes de las familias unidas. Los jóvenes que nunca han vivido con sus padres biológicos tienen más probabilidades de ser arrestados.

- Problemas psicológicos. Para los niños, crecer sin sus propios padres casados está relacionado con altos niveles de estrés, depresión, ansiedad, y baja autoestima, durante sus años de adolescencia; problemas que pueden reducir su capacidad de concentración y atención en la escuela. La investigación muestra de modo fundado que el divorcio de los padres tiene efectos emocionales negativos durante la infancia, adolescencia y edad adulta. 


Consecuencias de la desintegración familiar

 

La mayoría de relaciones que sufren alguna de las causas de la desintegración familiar presentan como consecuencias:

-El divorcio o la separación de la pareja

-Baja autoestima de uno o ambos miembros de está, lo cual puede provocar depresión, que en caso de no ser tratada puede desembocar en el suicidio de la persona.

-En casos extremos la prostitución, alcoholismo o adicción de alguno de sus integrantes.

-Lejanía de los padres, reflejada en el abandono de los hijos, situación que afecta emocionalmente a los últimos los cuales llegan a experimentar:

-Problemas de Integración Social, reflejados principalmente en el ámbito escolar de los niños, bajas calificaciones y dificultades para hacer amigos.

-Problemas respecto a su bienestar psicológico, como suelen ser:

-Tristeza,provoca niños melancólicos y con poco interés a realizar actividades.

-Depresión, lo cual se refleja principalmente en el aislamiento de los niños y en caso de no ser tratada a tiempo podría desembocar en el suicidio del menor.

-Problemas de Pandillerismo, la poca atención brindada a los niños y sobre todo a los adolescentes podría desembocar que estos busquen refugio en las pandillas y lleguen a la comisión de un delito.

-El deber vivir con parientes cercanos que en muchas ocasiones no brindan lo necesario para el sano desarrollo de los infantes.

Contextos que podemos prevenir y debemos evitar, promoviendo en la familia situaciones que propicien la:

La solidaridad y la ayuda mutua entre todos y cada uno de los miembros, por medio de comidas y salidas que tengan como objetivo primordial la mayor convivencia de sus integrantes.

La comunicación entre los padres, entre padres e hijos, así como entre hermanos para evitar que los niños caigan en problemas como drogadicción o pandillerismo.

La comprensión por parte de la pareja y de los padres hacia los hijos, educándolos bajo un marco de igualdad.

Medidas que trataran de evitar las relaciones destructivas que terminen dañando o rompiendo los lazos afectivos, que deterioran la actividad individual y colectiva de sus miembros, de esta forma fomentar la confianza y autoestima de cada uno de ellos.

Como consecuencia, debemos trabajar en la institución de la familia previniendo situaciones que pueden y causan su desintegración con el fin de fortalecerla; logrando así que siga siendo el núcleo fundamental de la sociedad. Por lo tanto, es necesario que se implementen programas dirigidos a evitar la violencia intrafamiliar que pueda ocasionarse y de la cual puedan ser objeto sus miembros.
 un gran número de factores para que los padres de familia y la misma familia se desintegren, tales como la migración a la ciudad, los divorcios, las adicciones y los problemas económicos, entre muchos otros factores. 
La violencia familiar, tiene entre sus manifestaciones más visibles y aberrantes el castigo físico y el abuso sexual, pero también tiene formas más sutiles, como el maltrato psicológico, el rechazo, el aislamiento y el abandono, "estas no dejan marca material, pero su impacto es muy fuerte y duradero para quienes lo padecen".
La desintegración familiar es el rompimiento de la unidad familiar, lo que significa que uno o más miembros dejan de desempeñar adecuadamente sus obligaciones o deberes. 
Lamentablemente existen un gran número de factores para que los padres de familia y la misma familia se desintegren, tales como la migración a la ciudad, los divorcios, las adicciones y los problemas económicos, entre muchos otros factores. 
La violencia familiar, tiene entre sus manifestaciones más visibles y aberrantes el castigo físico y el abuso sexual, pero también tiene formas más sutiles, como el maltrato psicológico, el rechazo, el aislamiento y el abandono, "estas no dejan marca material, pero su impacto es muy fuerte y duradero para quienes lo padecen".


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